jueves, 28 de abril de 2011

POR UN PERU COMPETITIVO

Ahora en una reconocida casa de estudios, el exitoso ex ministro de Economía y Finanzas mantiene su preocupación por la economía del Perú. Acaba de asumir la dirección del Centro para la Competitividad y el Desarrollo de la Universidad de San Martín de Porres (USMP). Cómodo en el ámbito académico, se niega a entrar en la política.
¿Cómo nace el Centro para la Com­pe­ti­tividad y el Desarrollo?

C
arranza–La USMP, en su esfuerzo por contribuir al desarrollo del país, vio por conveniente crear este organismo pa­ra proponer políticas que promuevan la competitividad del Perú, además de apoyar la gestión pública de los gobiernos regionales y locales. Así nació esta idea; la USMP tuvo a bien convocarme para li­de­rar este esfuerzo.
¿Y cuáles son sus principales objetivos?
C–Buscamos aportar propuestas de po­lí­ticas de carácter nacional en sectores trans­versales como educación, cultura, sa­lud e innovación. También apoyar en la gestión pública a los gobiernos regionales y locales, para promover la competitividad en todos los ámbitos.
Concretamente sobre el tema de la com­petitividad, hace poco se dieron a co­no­cer resultados internacionales muy buenos para el Perú. ¿Esperaba cifras tan positivas?
C–En realidad sí. El ranking del Doing Business 2011 es bastante alentador, pues nos sitúa en el primer puesto en Sud­américa y en la segunda ubicación a nivel latinoamericano, detrás de México. Es el resultado de un esfuerzo emprendido en los últimos años; cuando formé parte del Poder Ejecutivo tuve la oportunidad de apuntalar esa tarea. Los buenos indicadores son un reflejo de las acciones emprendidas para hacer más sólidos los pilares de nuestra competitividad.
¿Se llegará a la meta de alcanzar el puesto 25 al final de este periodo gubernamental?
C–Yo espero que sí. Actualmente ocu­pamos la ubicación 36 y todo indica que el MEF continuará liderando este esfuerzo, y que las demás instituciones colaborarán con él. Pero ojo: más importante que mejorar en los índices es que en la práctica las empresas tengan un mejor ambiente para realizar sus labores.
En lo que respecta a la competitividad en el largo plazo, ¿cuáles son las reformas más urgentes en nuestro país?
C–Hay muchísimo por avanzar en dos grandes aspectos. El primero de ellos es urgente y se refiere a la necesidad de mejorar la asignación de recursos por par­te del Estado. Esto se puede trabajar rápidamente con diversas medidas. Por ejemplo, a nivel sectorial la agricultura (que tiene casi la tercera parte de la PEA nacional) ha elevado significativamente su productividad media; pero todavía si­gue siendo baja. Si logramos aumentar la productividad agrícola al doble, el 33% de los trabajadores del país habrán duplicado su contribución al crecimiento.
¿Cuál es el segundo aspecto por me­jorar?
C–El segundo tema tiene que ver con la educación, la ciencia y la tecnología. Allí también se ha avanzado, sobre todo con la reforma educativa, pero necesitamos trabajar más en innovación y tecnología. No es un cuello de botella por aho­ra, pero si queremos continuar creciendo en el largo plazo vamos a tener que im­pulsar estos aspectos. Necesitamos seguir creciendo, en torno al 6%, por muchos años más. Esa es la meta.
Con respecto al panorama global, las noticias que vienen de las economías de-sarrolladas hablan de una débil recuperación y de cierto riesgo de recaída a nivel mundial. ¿Cómo ve esta posibilidad?
C–En el contexto internacional existen tres aspectos resaltantes. El primero es una tendencia de largo plazo: la fortaleza de los países emergentes. China e India mantienen tasas de crecimiento al­tas y en este momento se han convertido en las locomotoras del crecimiento mun­dial. El segundo tema es el periodo de alta liquidez que está comenzando. Las medidas de expansión monetaria tomadas por la FED norteamericana buscan evitar que la mayor economía del mun­do caiga en una recesión profunda. ¿Qué implicancia tiene esto para nuestros países? Ten­dremos flujos de capitales que van a apreciar el tipo de cambio. Ahí las autoridades tienen que estar alertas, para evitar grandes volatilidades o cambios bruscos en esta variable.
¿Cuál es el tercer aspecto importante a nivel mundial?
C–El tercer tema es la situación de alta incertidumbre existente en el mercado, en la que cualquier cosa podría suceder. En ese contexto se debe esperar una alta volatilidad en los activos financieros. Ojo: así como se puede apreciar el tipo de cambio, en cualquier momento pue­de haber un shock, un incidente inesperado en un país europeo, en Estados Unidos o en cualquier otro lado del mundo. Eso generaría una salida masiva de capitales, con su correspondiente impacto sobre el tipo de cambio. De­be­mos estar atentos a la volatilidad de las variables financieras. Nuevamente, nues­tras autoridades tienen que estar alertas para responder a estos eventos.
Volviendo al Centro para la Com­pe­ti­ti­vidad y el Desarrollo, ¿cuáles son los planes a corto y mediano plazos?
C–Estamos presentando, en la Con­fe­ren­cia Anual de Ejecutivos, una serie de propuestas para mejorar la competitividad del país. Esperamos que esto se discuta y que se genere un debate enriquecedor. Por otro lado, a mediano plazo continuamos desarrollando alianzas es­tra­té­gi­cas con los gobiernos regionales, para apoyarlos en los planes de elevación de su competitividad. Estamos trabajando tam­bién en una alianza estratégica con Fun­decor, una institución costarricense dedicada a la sostenibilidad del me­dio am­biente. Hacia el largo plazo, el Centro quiere realizar propuestas concretas de desarrollo sostenible.

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